Eloise está obsesionada con la Navidad, cuenta los días para que llegue el gran día. En cambio, su hermana Cara está obsesionada con su trabajo, que antepone a todo lo demás, y sus planes para Navidad se reducen a trabajar, trabajar y trabajar..., además de descubrir los secretos que su novio, George, parece estar ocultándole. Las dos hermanas solían ser inseparables, pero desde que Cara se mudó a Londres todo ha cambiado. Eloise está a cargo de organizar la Navidad este año. ¿Conseguirá que su hermana vuelva a creer en el amor y todo vuelva a ser como antes?
Quedan apenas unos días para Navidad y, como es costumbre, llegan con ella también las historias románticas que se ambientan en este periodo tan querido por unos y tan rechazado por otros. Es este el caso de novelas como Diciembre (no es lo mismo) sin ti de Beth Reekles (1995), autora de la aclamada trilogía Mi primer beso.
Desde que me embarqué en la aventura de leer esta novela, lo primero que se me pasó por la cabeza fue el hecho de que todo pasa demasiado rápido, sin darle tiempo a que te cale lo que se está contando o los sentimientos de los protagonistas, que en ocasiones (de hecho) resultan un tanto inverosímiles, ya que no podemos ver una evolución tan detallada como debería en cuanto a las relaciones que se dan entre los distintos personajes. A pesar de todo, el romance consigue hacerse un hueco dentro de ti y te quedas prendado por todos ellos.
Es cierto, de todas formas, que le falta un poco de profundidad a la trama, puesto que termina siendo bastante simplona y en ocasiones podría parecer más un listado de referencias a películas navideñas que una historia en sí. Ahora bien, eso no significa que la novela no se disfrute de igual manera.
Además, y muy relacionado con ello, está el hecho de que la historia engancha tanto que es imposible parar de leer, además de que se lee demasiado rápido y, cuando te quieres dar cuenta, ya te la has terminado: hacía muchísimo tiempo que no me leía un libro del tirón, sin que se te haga pesado en ningún momento y queriendo saber más y más de los personajes y la historia que se nos está contando.
Sus personajes, por otro lado, aunque carezcan de ese tipo de profundidad o desarrollo que nos gustaría poder ver en ellos, terminan por ser de lo más encantadores y te dejan con un muy buen sabor de boca, si bien es cierto que sus decisiones no resultan del todo creíbles (como sucede, por ejemplo, con ese secreto que le guarda George a Cara, que no se sostiene tan bien como debería).
Diciembre (no es lo mismo) sin ti de Beth Reekles se trata, a pesar de todo, de una novela de lo más tierna que te dejará con una sonrisa permanente.
Florence Day escribe por encargo para una de las autoras de romántica más prolíficas de la industria, pero tiene un problema: tras una ruptura terrible, ha dejado de creer en el amor. Para ella, está muerto y enterrado. Y de esto Florence sabe mucho, porque tiene un don que le permite ver fantasmas desde niña. Cuando su nuevo editor no acepta darle una prórroga para su última entrega, Florence se prepara para decirle adiós a su carrera, pero justo entonces recibe una llamada sobre otra despedida que la obliga a volver a casa. Y, aunque Florence espera encontrarse su pueblo natal casi como lo dejó, se lleva una sorpresa cuando un fantasma inesperado la sorprende en la puerta de la funeraria familiar. Para ella, el romanticismo ha pasado a mejor vida... pero lo mismo le ha sucedido a Benji, su editor, y su asunto sin resolver hará que Florence se cuestione todo lo que siempre ha creído saber sobre las historias de amor.
Llega en español la primera novela para adultos de Ashley Poston, autora de Geekerella (2021). El amor ha muerto se trata de una novela romántica en la que lo paranormal goza de una fuerza inigualable, lo que la convirtió en un bestseller al momento.
La primera impresión que me llevé al empezar a leer El amor ha muerto de Ashley Poston fue que ya había leído este tipo de historia antes: de hecho, me recordó en cierta medida a La novela del verano de Emily Henry (en ambas nos enfrentamos a una protagonista que ha perdido su fe en el amor pero que debe escribir una novela romántica con final feliz y no se ven capaces de hacerlo).
Sin embargo, según avanza la trama todo va mejorando con creces, transformándose en una novelade lo más original y entretenida. Si hay algo que podría fallarle, de hecho, al argumento es el giro argumental, pues resulta un tanto predecible, con lo que no se disfruta tanto como podría haberse hecho, aunque no impide que degustemos su final con la misma intensidad.
Además, la técnica de su autora me ha gustado bastante (si bien es cierto que no he podido disfrutarlo al 100% debido a la gran cantidad de erratas que me he encontrado en la edición en español), permitiéndome conectar con sus personajes y su historia en todo momento.
Algo que me ha fascinado, por otro lado, es la forma en que los personajes se enfrentan a la muerte y al amor y cómo se van desarrollando los distintos tipos de relaciones entre ellos, resultando verosímiles de principio a fin. De hecho, las reflexiones que vamos a poder leer en el libro son interesantísimas, dejando espacio también para el humor negro en una sucesión de chistes que atraviesan sus páginas hasta lograr una sonrisa en el lector.
No me gustaría olvidarme de mencionar, además, el gran trabajo que ha hecho Ashley Poston a la hora de presentarnos toda una amalgama de personajes totalmente diferentes y en los que sobresale la inclusión de colectivos minoritarios, que en absoluto resulta forzada sino que funciona con una naturalidad increíble. Estamos, además, ante unos personajes de lo más entrañables y con los que empatizas con facilidad.
Sin duda, otro de los puntos fuertes de la novela es la ambientación que ha escogido su autora para su historia, que destaca por lo innovadora que es, alcanzando por sí misma una identidad que permite que la magia cobra vida ante nuestros ojos.
El amor ha muerto de Ashley Poston es, en definitiva, una lectura de lo más deliciosa, que nos llena el alma y que nos va a aportar mucho más de lo que podríamos esperar de ella.
Título original:The Ballad of Songbirds and Snakes
Autora: Suzanne Collins
Saga:Los Juegos del Hambre
0. Balada de pájaros cantores y serpientes
1. Los Juegos del Hambre
2. En llamas
3. Sinsajo
Número de páginas: 592 págs.
Editorial: Molino
Fecha de publicación: 3 de junio de 2020
Es la mañana de la cosecha que dará comienzo a los décimos Juegos del Hambre. En el Capitolio, Coriolanus Snow, de dieciocho años, se prepara para una oportunidad única: alcanzar la gloria como mentor de los Juegos.La casa de los Snow, antes tan influyente, atraviesa tiempos difíciles, y su destino depende de que Coriolanus consiga superar a sus compañeros en ingenio, estrategia y encanto como mentor del tributo que le sea adjudicado. Todo está en su contra...
¡Vuelven Los Juegos del Hambre! 10 años del final de su aclamada trilogía, Suzanne Collins (1962) regresa al mundo con la publicación de su precuela, Balada de pájaros cantores y serpientes, que (siguiendo con el ejemplo del resto de la saga) ha sido llevada a la gran pantalla.
La novela, que está estructurada en tres partes, cuenta con una atmósfera increíble que te va metiendo poco a poco en la trama hasta hacerse contigo por completo y no poder parar de leerla hasta haberla devorado. Ahora bien, es innegable que el interés del lector se va a ver mermado desde que comienza su última parte: a pesar de que sigue resultando llamativa, su historia empieza a tambalearse.
Por otra parte, si hay algo que destaca por entre el resto de cualidades de la novela es la manera en que su autora ha sabido enlazar esta historia con el resto de la serie de una manera magistral y sin dejar cabos sueltos.
Volver a pasear por el Capitolio y los distritos es todo un placer que no se reserva solo para los fanáticos de la saga, pues es el mundo que ha sabido crear Suzanne Collins uno de los puntos fuertes de Los Juegos del Hambre, puesto que está tan bien estructurado y documentado que, incluso cuando se trata de ciencia ficción, es de lo más creíble.
Además, es inevitable no caer rendidos ante un personaje tan irresistible e inigualable como Lucy Gray Bair, que resulta fascinante desde el mismo momento en que la conocemos y sobre la que vas a querer saber más y más. Sin embargo, el protagonista de la novela, Coriolanus Snow termina siendo un arma de doble filo: vamos a poder ponernos en su piel y empatizar con él a lo largo de los distintos capítulos, pero a su vez tiende a ser un tanto frío, con lo que es posible llegar a perder en cierta medida esa conexión que podríamos tener con él. A pesar de todo, se trata de un personaje al que puedes comprender, que está bien desarrollado y cuyas motivaciones quedan claras según vamos siendo testigos de su evolución.
Balada de pájaros cantores y serpientes es, en definitiva, una precuela que, lejos de ser perfecta, termina por ganarse a los lectores.
January Andrews es escritora de novelas románticas y una soñadora empedernida. August Everett escribe novelas serias y cree que el amor verdadero es sólo un cuento chino. Pero January y Gus tienen mucho más en común de lo que creen: los dos están arruinados. Los dos están bloqueados. Y los dos necesitan escribir un bestseller antes de que termine el verano.
Emily Henry no tuvo el mismo problema al que se enfrentan los protagonistas del que fuera su debut dentro de la literatura para adultos, puesto que La novela del verano se convirtió en un claro e indudable éxito de manera inmediata tras su publicación en inglés y, de hecho, está en proceso de ser llevada a la gran pantalla de la mano de 20th Century Studios.
La novela sabe mantener la tensión a la perfección de principio a fin, atrapando toda la atención del lector con una facilidad extraordinaria: ¡es imposible parar de leer! No hay escena en el libro que no te deje con ganas de más e, incluso cuando resulta predecible, consigue sorprendernos por lo bien construida que está su historia.
Y es eso mismo lo que la hace diferente otras historias parecidas que hayamos leído o visto en alguna que otra película. La capacidad que tiene su autora para hilar las diferentes subtramas a las que se van a ir enfrentando los personajes resulta fascinante, pues se complementan a la perfección como las piezas de un puzle, integrando así una trama de lo más interesante y adictiva.
Su prosa, además, está cocida a fuego lento de tal manera que resulta deliciosa para sus lectores, acertando de lleno con cada una de las palabras que ha escogido Emily Henry para narrarnos su historia, aumentando así el placer que sentimos mientras nos metemos de lleno en su trama.
Si hay algo que he disfrutado especialmente de la novela son sus personajes, con todas sus imperfecciones, unos protagonistas con los que es fácil conectar y que resultan encantadores. Algo que se transmite, además, al resto de personajes secundarios, sobre todo a Pete y Maggie que, incluso cuando no aparecen tanto como nos gustaría, se terminan por hacer con un pedacito de tu corazón.
Hay una cualidad terapéutica de la lectura de algunos libros que los diferencia del resto, que es sentir cómo la historia que se nos está contando pasa a formar parte de nosotros mismos hasta hacerla nuestra de alguna manera, y es eso mismo lo que ocurre con La novela del verano de Emily Henry: nos vamos a enfrentar a un relato que podríamos leer sin cansarnos de él, a unos personajes que terminamos sintiendo como si los conociéramos de toda la vida...
Es, en definitiva, una novela con la que la sonrisa te va a surgir de manera involuntaria y que, además, va más allá de tus labios hasta atravesarte el corazón.
Carrie, una joven de apariencia insignificante, acosada por sus compañeras de instituto, vive con su madre, una fanática religiosa. Un día en las duchas, la primera menstruación de Carrie provoca las burlas de las demás chicas y desencadena una sucesión de hechos sobrenaturales y terroríficos. Con el instituto como epicentro de la trama, la pequeña ciudad de Chamberlain, Maine, verá cambiar el curso de su historia en manos de la aterradora adolescente.
Stephen King, el maestro del terror por excelencia, se dio a conocer en el año 74 tras la publicación de la que fuera su primera novela, Carrie, que lo catapultó hasta el éxito internacional, a pesar de que el autor llegó incluso a tirarla a la basura porque no le convencían ni su historia ni su protagonista. Ha sido censurado en numerosas ocasiones en Estados Unidos, pero consiguió ser también la primera novela de King en adaptarse a la pantalla grande.
Con una estructura de lo más dinámica, alternando a la perfección entre la narración y aquellos fragmentos los que se apoya el autor a modo de falsa bibliografía, Carriese trata de una novela de lectura fácil, que absorbe al lector por completo desde esa primera noticia que encontramos al principio del libro y que se mantiene así hasta el final del mismo incluso cuando esa bibliografía nos adelanta muchas de las cosas que vamos a encontrarnos en el futuro.
Además, algo que resulta fascinante es la manera en que, a pesar de su apariencia mucho más simple, termina mostrándonos una trama mucho más profunda de lo que podríamos pensar, presentándonos una serie de temas sobre los que es inevitable no reflexionar y que, a pesar de ser llevados al extremo en muchas ocasiones, nos van a ser de lo más cercanos.
Todo esto se sustenta, por otra parte, en el universo que crea S. King, que logra que nos adentremos de lleno en Chamberlain y en el instituto Ewen, haciendo que nos sintamos mucho más que un mero espectador. Además, hacia la mitad de la novela se palpa la tensión de una manera asombrosa, que va a ir aumentando hasta que lleguemos al final de la misma, cuando ya no podremos apartar los ojos de sus páginas.
Sorprende, por otro lado, la madurez narrativa que podemos observar ya en Carrie para ser la ópera prima de Stephen King (aunque en realidad se trataba de la cuarta novela que escribía): es innegable la calidad literaria, destacando sobre todo por los distintos estilos que podemos observar en ella en función de si estamos ante la propia narración o los recortes bibliográficos.
Se nos dan muy pocas pinceladas de cada uno de los personajes, pero sirven para conocerlos tanto a ellos como sus motivos a la perfección, con lo que es de alabar el trabajo del autor en este aspecto, si bien es cierto que se puede echar en falta ya que nos gustaría llegar a conocer en profundidad a algunos de ellos.
Carrie de Stephen King es, en definitiva, una novela para devorar de principio a fin y con la que el disfrute está más que asegurado para aquellos que se atrevan a leerla.
Cuatro semanas no son demasiado para encontrar a alguien dispuesto a acompañarte a la boda de tu hermana al otro lado del Atlántico, y menos aún si tiene que fingir que te ama. Suena ridículo, sí, pero lo es aún más que Aaron Blackford, el compañero de trabajo al que Catalina no soporta, se ofrezca a hacerlo.
Pero Lina está desesperada, y deberá sopesar qué es peor: aguantar a Aaron, con su aire petulante y sus ojos de hielo, o admitir a su familia que ha mentido y que es todo una farsa. Como diría su abuela: que Dios nos pille confesados.
Farsa de amor a la española, la primera novela de la española Elena Armas, ha logrado un éxito impresionante desde su publicación en inglés en 2021, convirtiéndose en todo un fenómeno en TikTok. Además, está bajo desarrollo una adaptación para la gran pantalla a cargo de Peter Hutchings (Cariño, cuánto te odio, adaptación de la novela de Sally Thorne de mismo nombre).
Uno podría leer su sinopsis y pensar que la ópera prima de Elena Armas no nos va a contar nada que no se haya visto antes, y es más que probable que sea así, pero la novela tiene algo muy bueno, y es que a pesar de todo consigue atraparte por completo. Si quieres pasar un buen rato mientras lees, esta es tu novela, pero ¡cuidado! puede resultar demasiado adictiva.
Además, su autora ha hecho un trabajo espléndido a la hora de dar forma a su historia, puesto que sabe conmoverte a partir iguales que provocarte la carcajada en los momentos en que debería, resultando atractiva sobre todo por aquellos en los que te mantiene con el corazón en un puño. Al final, en cambio, termina por dar un bajón considerable que consigue que pierdas un poco el interés por la historia de Lina y Aaron.
A ello habría que sumarle el hecho de que Elena Armas ha dotado a su prosa de una frescura que hace que su lectura sea de lo más ágil a la vez que amena. Sin embargo, no todo es un camino de rosas en ese sentido ya que la traducción y/o corrección de la novela deja bastante que desear: las erratas son más que constantes.
Por otro lado, y si pasamos a hablar de los personajes, lo primero que destaca (como no podría ser de otra manera) es su protagonista, Lina, pero no en el buen sentido, pues resulta de lo más infantil y no puedes empatizar con ella al 100%. Ahora bien, hay que admitir que esa sensación va desapareciendo a lo largo que avanza la historia y Lina muestra un cambio considerable, haciéndose con el cariño de los lectores. Aaron, por otro lado, resulta demasiado perfecto para ser verdad y no es tan creíble como debería, pero aún así genera un mayor interés y es tan cautivador que es imposible no quedarse prendado de él.
Farsa de amor a la española es, en conclusión, una novela que, incluso cuando no es para nada perfecta, consigue hacerse con el corazón de los lectores de una manera insospechada.
Autoría y Dirección: Cristina Clemente | Marc Angelet
Ayudante de Dirección: Beatriz Bonet
Dirección técnica: David González
Diseño de escenografía y vestuario: Jose Novoa
Construcción escenografía: Jorba-Miró
Diseño de iluminación: Sylvia Kuchinow
Diseño de sonido: Ángel Puertas
Diseño gráfico: Hawork Studio (Alberto Valle | Raquel Lobo)
Fotografía: David Ruano
Fotografía de escena y vídeo: Nacho Peña | Juan Carlos Arévalo
Gerencia y regiduría: Alfonso Montón
Prensa: Ángel Galán Comunicación
Producción: Carlos Larrañaga
Ayudante de Producción: Beatriz Díaz | Sabela Alvarado | Ángel Plana Larrañaga
Reparto: Antonio Molero | Angy Fernández | Esther Ortega | César Camino Con la colaboración deJuli Fàbregas
Toni Roca lleva más de diez años impartiendo cursos para enseñar a hacer pan. Hay pocas plazas y bofetadas para apuntarse. Los alumnos que se inscriben saben que los cursos de Toni Roca son únicos, el método parte de una simple y curiosa premisa: “Para hacer un buen pan, no hace falta la mejor harina o la levadura más fresca, para hacer un buen pan solo es necesario estar bien con uno mismo”. Así de sencillo. Para Toni Roca: “Somos el pan que hacemos”. Una corteza poco crujiente puede ser sinónimo de problemas laborales, una miga demasiado densa seguramente es indicativo de una crisis de pareja, un pan soso, solo puede ser el resultado de una vida sexual insatisfactoria. Si quieres hacer un buen pan, debes arreglar todo aquello que no funciona bien en tu vida. Y el curso garantiza que, después de estas sesiones, el alumno conseguirá hacer un pan excelente. El sistema de aprendizaje es muy heterodoxo. Los alumnos no solo amasan o controlan la temperatura del horno: se confiesan, lloran, ríen, gritan y se liberan. Las mejoras en el pan -y en la vida- se hacen evidentes enseguida. Tres nuevos alumnos se han apuntado al curso de este año, tres alumnos con intereses, voluntades y momentos vitales totalmente distintos.
Una Terapia Integral es una comedia que pone en cuestión nuestra necesidad de creer en algo. El retrato de una sociedad que parece que está eliminando la religión pero que todavía tiene la necesidad obsesiva de creer, de tener fe en algo, algo que nos ayude a encontrar sentido a nuestras vidas caóticas, aunque ese algo sea totalmente inaudito.
Madrid acoge Una terapia integral por una segunda temporada en el Teatro Fígaro desde el pasado 25 de agosto. Cristina Clemente y Marc Angelet repiten su papel como autores y directores de esta obra tras el triunfo que fue su anterior comedia Laponia, que aún sigue en cartel.
Laura, Bruno y Nieves se suman a este curso intensivo de hacer pan impartido por Toni Roca, pero que va a terminar siendo mucho más que un simple curso de panadería: cada uno de los personajes va a enfrentarse a sí mismo y se va a ver reflejado en sus propios panes porque, como dice su mítico canto de guerra en la obra, "¡El pan somos nosotros!".
Una terapia integral destaca por su humor, que consigue la carcajada fácil ante un público que cae rendido a sus incontables chistes, pero también tienen cabida en ella tantos momentos en los que los espectadores contienen la respiración, consiguiendo así que tanto la comedia como el drama bailen ante sus ojos de una manera totalmente fascinante y equilibrada.
El cuartel en el que se estructura la obra a través de las escenas Mezclar, Amasar, Reposar y Hornear funciona a las mil maravillas para conformar un espectáculo de lo más dinámico y con el que no puedes parar de disfrutar. Además, resalta también esa estructura mucho más de su división en escenas sino también respecto al peso que recae sobre cada uno de los personajes, cumpliendo cada uno de ellos una función dentro del espectáculo (destacando, por ejemplo, Bruno, con un papel más cómico, frente a Nieves, que representa la seriedad o la rigidez).
Esto último lo facilita el gran trabajo que desempeñan cada uno de los intérpretes: Antonio Molero, Angy Fernández, Esther Ortega y César Camino destacan con unas actuaciones brillantes, encumbrando la obra a un nivel altísimo. Además, estamos ante la mejor Angy, que apenas necesita unos leves gestos y expresiones para transmitir todo lo que tiene que ofrecer como Laura, sin necesidad de abrir la boca para nada, pero que, cuando lo hace, no hace más que confirmar todo lo que ha logrado con los años.
Jose Novoa, junto a Jorba-Miró, ha logrado ambientar el espectáculo de una manera espectacular, trasladándote de lleno a una panadería: vamos a seguir el proceso de elaboración del pan de principio a fin y vamos a ser capaces incluso de sentir el olor a pan recién hecho en los momentos en que abren las puertas del horno, que a través de las luces y el humo hacen de todo ese proceso algo mucho más creíble.
Una terapia integral es, en definitiva, una comedia que en realidad va mucho más allá y es mucho más profunda de lo que podría parecer, ahondando en esos fantasmas que tenemos todos y que no nos dejan ser quienes queremos ser, con un mensaje que cala al público incluso cuando los métodos que podamos ver en la obra no siempre podrían ser los más adecuados.
Diseño de iluminación: Valerio Tiberi | Emanuele Agliati
Vestuario: Verónica Iozzi
Productor: Daniele Luppino
Producción: Sunset Entertainment | Teatro La Latina
Reparto: Lucía Ambrosini | Ricky Merino | Íñigo Etayo | Maia Contreras | José Navar | Flor Lopardo | Paule Mallagarai | Alba Sáiz | Stella Kablan | Berta Butinyà | Anna Herebia | Pablo Ceresuela | Óscar Domínguez | Marian Casademunt | Marta Bruzzichelli | Davide Dal Seno | Marcos Olano | Carlos Jota | Carles Vallès | Raúl Pardo | Bárbara Días | Agustina Berenguer | David Freigenedo | Andrea Enrich | Elena Troyale | Sergio Campoy
Elle Woods es la presidenta de la asociación de estudiantes femeninas Delta Nu, asidua seguidora de los dictados de las revistas de moda: glamour, manicura, shopping y complementos total pink. Su novio, Warner, descendiente de una dinastía de senadores, la abandona repentinamente porque la considera demasiado rubia y demasiado superficial. Decidida a recuperarlo, Elle usa su encanto, ingenio e inteligencia para conseguir la admisión en Harvard, misma facultad a la que va a asistir su ex.
Tras su éxito en Broadway, el West End de Londres e Italia, llega a Madrid Una rubia muy legal: el musical, basada en la película homónima de 2001 que no pasó desapercibida para nadie. La obra se puede disfrutar desde el 29 de septiembre hasta el 7 de enero en el Teatro La Latina de Madrid.
La historia, que ha incorporado en esta nueva adaptación toda una serie de referencias actuales que la hacen mucho más cercana al espectador, tiene un comienzo insuperable con esa versión de Omigod You Guysque atrapa la miradas de toda la sala de una manera inevitable gracias a su impecable puesta en escena y así va a ser a lo largo de los 150 minutos que dura la función.
Por su lado, la escenografía, que en un primer momento podría parecer algo simple y que se lleva a cabo, en su mayoría, a través de distintas proyecciones, funciona a la perfección y logra unos cambios de escena de lo más ágiles, cumpliendo de una manera más que sobresaliente con su cometido.
El trabajo desempeñado por Veróniza Iozzi respecto al vestuario de la obra resulta fascinante: a través de la indumentaria de cada uno de los personajes se consigue trasladar su personalidad al público, lo que permite conocerlos desde el momento en que aparecen en el escenario. Además, muchos de ellos resultan brillantes, robándose la escena al completo. El trabajo de peluquería, en cambio, deja mucho que desear, ya que las pelucas utilizadas por las chicas sobresalen por lo falsas que se ven.
La música y la coreografía están llenas de ritmo y son de lo más pegadizas, con lo que consiguen levantar los ánimos de los espectadores en todo momento. Ahora bien, si hubiera que destacar algo negativo en este aspecto es que, en ocasiones, cuesta entender lo que están cantando, ya sea por un problema de vocalización o de que la música está bastante más alta que las voces, por lo que puede costar seguir el hilo de la letra, si bien es cierto que no es algo constante.
El coro de musas griegas interpretadas por las Delta Nus, además, es uno de los grandes aciertos del musical, que aparece siempre en el momento más inesperado para animar la escena con una energía que llega a la sala entera.
Lucía Ambrosini deslumbra como la protagonista perfecta para el musical, habiéndose hecho con el papel de Ellen Woods de una manera espléndida y acompañándolo con una voz y unos pasos de baile de matrícula de honor. A su lado, destaca también el trabajo desempeñado por Íñigo Etayo, Ricky Merino y Maia Contreras, cuyas interpretaciones están también a la altura de la protagonista.
En definitiva, Una rubia muy legal: el musical consigue sobresalir en todo momento: te sorprenderás a ti mismo sonriendo durante gran parte de la representación y, más tarde, sin poder sacarte sus canciones de la cabeza. Un musical optimista y con un mensaje precioso que merece la pena de principio a fin.
Matilda es una niña muy despierta, inteligente e ingeniosa, que vive en un entorno familiar que no sabe apreciar su gran potencial. Cuando cumple seis años y medio, es enviada a la escuela: un lugar horrible, donde el alumnado vive subyugado bajo las estrictas órdenes de una terrible directora, antigua campeona olímpica. Allí descubrirá su gran poder: la capacidad de mover cosas con el pensamiento. Gracias a él trazará un astuto plan para sacarse de encima a la directora y hacer más plácida y tranquila la vida en la escuela.
Matilda, el famoso musical basado en la aclamada novela de Roald Dahl, desembarcó en Madrid el pasado 30 de septiembre después de haber triunfado en el West End londinense y en Broadway, donde ha conseguido encandilar a sus espectadores, habiéndose producido también una versión para la gran pantalla en 2022. La adaptación teatral de esta historia se ha convertido en todo un éxito rotundo desde su éstreno y se puede disfrutar en el Nuevo Teatro Alcalá hasta el próximo 25 de junio.
El escenario, al no contar con telón, sorprende a los espectadores desde el momento en que se adentran en la sala, transformándose en un mundo de fantasía que transporta al público a la vida de la pequeña y extraordinaria Matilda. Los decorados son impresionantes, complementando a la historia de una manera impresionante y creando un ambiente visualmente estimulante. Además, su transición de una escena a otra es ingeniosamente ágil a la vez que fluida y sus efectos especiales te introducen dentro de la narrativa de una manera absolutamente mágica.
El elenco es simplemente excepcional y el espectador saldrá del teatro asombrado por el gran talento que demuestran, sobre todo, los más pequeños del reparto, que son brillantes. Además, la energía y la pasión que transmiten en cada escena son contagiosas y mantienen a la audiencia totalmente involucrada durante toda la función. Ahora bien, la directora de la escuela, la señorita Trunchbull, no resulta tan temible como uno podría esperar y la señora Wormwood tiende a estar un tanto sobreactuada, con lo que sus intervenciones pueden sacarte de la historia en algún que otro momento.
Por otro lado, la caracterización de los personajes tanto a nivel de vestuario como de maquillaje y peluquería está tan bien escogida que cada uno de ellos está meticulosamente representado a través de un detallado trabajo que refleja su personalidad. Sin embargo, si bien es cierto que se podría entender la motivación del mismo, el aspecto de la señorita Trunchbull puede resultar un tanto exagerado, especialmente si hablamos de su maquillaje, brindándole una apariencia no tan natural y auténtica como podría esperarse.
La música y las canciones que forman parte del musical, acompañadas de la puesta en escena, son tan cautivadoras que hacen que el espectador no pueda apartar la mirada del escenario en ningún momento, estando en un constante asombro ante el gran talento que demuestran todos y cada uno de los miembros del reparto en todas ellas. Destaca, no obstante, Si eres mayor (When You Grow Up), cuyo número musical está coreografiado de una forma brillante y ejecutado con una energía increíble, dando como resultado una escena totalmente mágica e inolvidable. Además, las melodías de todas ellas son tan pegadizas que saldrás del teatro sin poder quitártelas de la cabeza, elemento al que se une la letra tan inteligente que tienen y que tan bien llevadas están al español.
En definitiva, el musical de Matilda es una experiencia teatral encantadora y repleta de magia que no se puede perder. Con un elenco excepcional y una producción impecable, es una delicia para los sentidos. Un musical para grandes y pequeños, que cautiva de principio a fin.
Nueva York, 2017. Cora Merlo, médico residente de primer año, sufre un infarto fulminante que la obliga a un trasplante de corazón. Aún convaleciente la joven recibe la visita de una extraña mujer con una enigmática oferta: pasar unos días en Steelville, un pequeño pueblo de interior, para conocer la vida de su hijo Charles, el donante de su corazón. Cora se adentra así en un hogar lleno de secretos, en un misterio que se extiende durante veinte años y en un pueblo hermético en el que, justo el día de su llegada, desaparece un bebé en un parque público.
Javier Castillo (Málaga, 1987) se ha consolidado como uno de los autores más destacados de thriller en España,habiendo recibido elogios tanto de la crítica como del público. Sus obras han sido traducidas a varios idiomas, alcanzando un gran éxito internacional. El cuco de cristal, su sexta novela, viene pisando fuerte, logrando convertirse en bestseller desde el momento de la preventa.
El cuco de cristal de Javier Castillo es una novela que te sumerge en una trama emocionante y llena de giros inesperados. Con su habilidad para tejer una narrativa adictiva, su autor ha creado una obra que atrapa al lector y lo mantiene intrigado hasta el final.
El ritmo de la novela es vertiginoso, con capítulos cortos que mantienen la tensión en constante ascenso. Javier Castillo domina el arte de mantener al lector enganchado. La forma en que alterna entre distintas líneas de tiempo añade una capa adicional de intriga a la narrativa, a pesar de que no se trate de algo novedoso, alcanzando así una armonía casi perfecta entre lo que vamos descubriendo de cada una de esas líneas temporales. Se trata, pues, de un ingenioso juego en el que el lector va a ir adentrándose por completo en su trama, que resulta de lo más intrigante,
Ahora bien, no todo funciona tan bien dentro de la historia como podría parecer en un primer momento: el final es sorprendente, pero uno de los acontecimientos que rodean a sus personajes durante el desarrollo de toda la novela que es de lo más previsible, a la vez que no aporta nada a la historia y a la manera en que se desarrollan los hechos y que le puede resultar un tanto forzado al lector.
Javier Castillo utiliza en su novela un estilo claro y directo que funciona a la perfección y al que solo se podría cuestionar en dos aspectos. El primero de ellos es en cuanto a los diálogos, que en ocasiones pueden sonar bastante artificiales, a pesar de que no se trata de algo constante. El segundo es en cuanto a los finales que ha decidido dar a muchos de sus capítulos, con unos ganchos que terminan por hacerse de lo más repetitivos y con los que da la sensación de que se estuviera esforzando demasiado en mantener la tensión cuando es algo que se podría haber logrado de por sí con su historia.
Sus personajes, por otro lado, tienen a sus espaldas unas historias que son un constante remolino de emociones, que te conmueven y te dejan vulnerable en más de una ocasión, haciendo así que quieras desvelar todo lo posible no solo sobre su protagonista, Cora, sino también sobre Charles y Jack. No se puede negar que se podría haber profundizado más en ellos, pero su papel en la historia se mantiene coherente en todo momento.
En resumen, El cuco de cristal es una lectura ligera y entretenida que te mantendrá al borde del asiento, con la que Javier Castillo demuestra una vez más su talento como narrador, atrapando al lector con una trama apasionante y una tensión que no da tregua, incluso cuando el lector pueda encontrarse en ella algún que otro elemento que no lo termine de convencer.
Jani ha soñado toda su vida con un futuro mejor. A duras penas sale adelante con su trabajo en una curtiduría, y se ha resignado a una vida deprimente en la ciudad portuaria de Durc, cuidando de su hermana pequeña, Zosa. Hasta que el Hotel Magnifique llega a la ciudad.
El hotel es famoso no solo por sus extravagantes encantos, sino también por su capacidad de viajar y aparecer en un destino distinto cada mañana. Aunque Jani y Zosa no se pueden permitir los precios desorbitados para quedarse como huéspedes, pueden hacer la entrevista para unirse al personal, y pronto son arrastradas a la mayor aventura de sus vidas. Pero una vez dentro, Jani no tarda en descubrir que sus contratos son inquebrantables y que, bajo el maravilloso glamour, el hotel guarda peligrosos secretos.
Con el atractivo portero Bel como único aliado, Jani se embarca en una misión para descubrir el misterio de la magia en el corazón del hotel y liberar a Zosa (y al resto del personal) de la crueldad del despiadado maître d’hôtel. Para tener éxito, deberá arriesgar todo lo que ama... pero el fracaso significaría un destino mucho peor que no volver a casa.
Emily J. Taylor desembarca en España con su primera novela, Hotel Magnifique, con la que se ha visto rodeada de un éxito extraordinario desde su publicación original, siendo traducida a varios idiomas. Además, fue nominada a los Goodreads Choice Awards de 2022.
Mi historia con Hotel
Magnifique fue algo así como el amor a primera vista: lo descubrí por redes
sociales y tan solo con su portada y su título supe que tenía que leerlo en
cuanto tuviera la oportunidad. Daba la casualidad de que se publicaba al día
siguiente, por lo que no me pude aguantar y me hice con un ejemplar en el mismo
momento en que salió a la venta.
Lo primero que me
sorprendió nada más aventurarme entre sus líneas es que se trata de una
historia en la que la magia se escapa por todos sus costados y es capaz de
atravesar sus páginas. Emily J. Taylor ha creado un universo para su libro de
una forma soberbia: ha prestado atención a todos los detalles hasta dar como
resultado una ambientación espectacular que te sumerge por completo en un mundo
sobre el que quieres desvelar todos los secretos.
Además, te atrapa con una
destreza inigualable: una vez que lo empiezas no puedes parar de leer hasta que
llegas a su conclusión. De hecho, pensé que iba a encontrarme con una trama de
lo más simple, pero me fui dando cuenta de que era mucho más compleja y oscura
de lo que podría haber parecido en un primer momento.
He podido encontrar en
ella, además, varios giros argumentales que no me esperaba para nada y que han
hecho que disfrute mucho más la experiencia de la lectura. La historia, por otro
lado, está tan bien construida que cuando te das cuenta de lo bien que su
autora lo ha ido hilando todo desde el principio hasta el final que no puedes
más que alabar su trabajo.
Otro de los aspectos que
más he disfrutado durante la lectura del libro es la prosa de su autora, pues
cuenta con unas descripciones brillantes y que te trasladan por completo dentro
del Hotel Magnifique con una facilidad asombrosa.
Ahora bien, en cuanto a
los personajes, he tenido una serie de sentimientos encontrados. Por un lado,
hay un grupo de personajes que me resultaban de lo más intrigantes y sobre los
que quería descubrir más. Sin embargo, Jani, su protagonista, no me terminaba
de cuadrar en determinadas ocasiones: si bien es cierto que resulta entrañable,
no me resultaba tan convincente como debería y no lo veía tan bien desarrollado
como para tratarse de la protagonista de la historia.
Por último, y aunque de
esto no tenga culpa ninguna su autora, he de comentar algo que me ha chocado
durante la lectura del libro: en ocasiones, he tenido la sensación de que el
texto no había sido revisado en ningún momento. Las erratas abundan a lo largo
de sus capítulos, así como traducciones mal hechas (hasta llegar al punto de
cambiar el tiempo verbal en un mismo párrafo o incluso confundiéndose entre
primera y segunda persona en alguna frase) entorpeciendo la comprensión de lo
que se está leyendo.
En definitiva, Hotel
Magnifique es una novela que rozaría la perfección si no fuera por un par
de detalles que le restan parte de su valor. Una historia de esas que no te
cansarías de releer en el futuro.
Briseis tiene una oportunidad de rescatar a su madre de las garras de la muerte, pero necesitará conseguir lo imposible: encontrar el último fragmento del letal Corazón de Absyrtus. Para localizar la pieza perdida, deberá confiar en unas parientes a las que nunca ha visto, aprender todo sobre sus poderes secretos y ocupar su lugar en el antiguo linaje.
Pero Briseis no es la única que desea el Corazón, y sus enemigos no se detendrán ante nada para lograr sus propios y despiadados planes. Las parcas han augurado un viaje realmente peligroso, uno que puede acabar en más dolor y más muerte. Fortalecida por esa hermandad de magia antigua, ¿podrá Briseis enarbolar su poder para salvar a la gente que más quiere?
Kalynn Bayron, la autora de Cenicienta ha muerto (2020), escribe esta bilogía de fantasía contemporánea con la que vuelve a ganarse el afecto tanto del público como de la crítica, habiendo sido nominada a numerosos premios literarios desde su publicación.
Terminé de leer Este corazón venenoso hace apenas unos días y no sabía si animarme con su continuación, ya que esa primera parte me había decepcionado un poco (si bien es cierto que me gustó), pero su final me dejó con mucha incertidumbre y no pude resistirme, por lo que tuve que hacerme con Este destino cruel para ver si la cosa mejoraba.
Y, de hecho, al contrario de lo que me había sucedido con su predecesor, esta segunda parte te atrapa desde su mismo comienzo, con una historia que te abre las puertas a mil posibilidades y que te incita a continuar con su lectura hasta desentrañar todos sus misterios. Además, su ritmo (que era más bien lento y pausado en Este corazón venenoso) tiene una mejoría considerable, permitiendo que el lector avance a través de la historia de una manera mucho más ágil y rápida, incluso cuando sus capítulos son bastante más largos.
Kalynn Bayron ha creado un mundo apasionante en el que ha sabido aunar mitología y actualidad de una manera impecable, entrelazando la historia de Briseis con toda esa serie de relatos clásicos hasta dar como resultado una historia de lo más original y a la que no falta credibilidad en ningún momento.
Ahora bien, a pesar de que llega a ser sorprendente en determinados pasajes de la trama, tiene otros en los que esta se vuelve un tanto previsible. A su vez, la forma en que se resuelven algunos de los conflictos en los que se ven rodeados los personajes puede resultar un tanto simple.
Sus personajes, por otro lado, no te llegan a dejar huella, aunque sí que podemos ver en ellos una clara evolución y terminan por resultar de lo más cautivadores, obteniendo un grupo de mujeres protagonistas que destilan fuerza y garra por todos sus poros.
En definitiva, Kalynn Bayron ha desplegado todo su potencial en la novela y ha sabido subsanar de una manera impresionante todos aquellos fallos que pudimos encontrarnos en Este corazón venenoso para configurar una sensacional conclusión para la fascinante historia de la familia Colchis.
El día en que cumple dieciocho años, Carlos recibe un extraño regalo: la noticia de que su padre, al que nunca trató, ha muerto y le ha dejado en herencia una casa con todo lo que contiene y una vida desconocida a la que asomarse. Examinando los vestigios de esa existencia abruptamente interrumpida, encuentra un manuscrito que narra una historia de amores secretos, de una niña y una mariposa, de amistad y de muerte. ¿Es una confesión real o una ficción?
Carlos, que está a punto de iniciar sus estudios de Administración y Dirección de Empresas, se da cuenta de que su padre era un lector voraz. En el dormitorio de esa casa que poco a poco va haciendo suya, junto a la cama, descubre un libro que le atrapa: los cuentos de los hermanos Grimm. El chico se sumerge en la lectura de esos relatos y al tiempo inicia un proceso vital que le acerca cada vez más a su padre y le enseña la manera de transitar por esas fronteras invisibles que separan la realidad de la fantasía y la cordura de la locura.
Juan José Millás (Valencia, 1946) es un escritor y periodista español. Desde la publicación de su primera obra de narrativa en 1975, su trayectoria cuenta con más de una veintena de novelas en el mercado. Solo humo es lo último del autor, en la que nos presenta la experiencia disociativa de la lectura.
Aquellos que me conocen saben que, desde que descubrí a Juan José Millás con Dos mujeres en Praga, caí rendido ante él y se ha convertido en uno de mis autores favoritos. Así pues, nunca dejo pasar la oportunidad de adentrarme en sus nuevas (o no tan nuevas) novelas y, desde luego, Solo humo no iba a ser la excepción: en el instante en que me enteré de su publicación, me hice con ella y no podía aguantarme las ganas de terminar con mi anterior lectura para adentrarme en ella.
Y, de hecho, su trama te absorbe en su totalidad. Se trata de una historia que te mantiene en vela no sólo por la creatividad que tanto caracteriza a su autor sino también en cuanto a que lo que se nos está contando resulta de lo más interesante: podría parecer que lo que se nos está contando es de lo más simple, pero (¡nada más alejado de la realidad!) Millás te lleva a una reflexión constante.
Además, nos presenta unos conceptos como el del desdoblamiento o la disociación como parte de la lectura que son de lo más originales a la vez que llegan al lector por la manera en que se nos presentan, ya que resulta imposible no sentirse identificado con ellos, incluso cuando su autor los está llevando al extremo.´
Como acostumbra a hacer Juan José Millás, en la novela pasa a jugar un papel de lo más importante lo extraordinario unido a lo ordinario, lo real con lo irreal, lo que podría llegar a suceder dentro de nuestra cotidianeidad y aquello que es totalmente ajeno a ella, pero su autor lo incorpora en la novela de una manera tan brillante que ese choque entre conceptos tan opuestos no pierde credibilidad en ningún instante, incluso cuando lo que estamos leyendo debería resultarnos de lo más extraño. De esta manera, conseguimos conectar de una manera excepcional con lo que se nos está contando.
Es indiscutible que Millás es un genio de las palabras y su prosa, aunque en apariencia sencilla, es impecable y está a la altura de los más grandes. Es, indudablemente, deslumbrante. Además, nos presenta una serie de sorprendentes conceptos que hacen de su lectura todo un deleite.
En definitiva, Solo humo es una celebración en mayúsculas de lo que es la literatura y de lo que esta es capaz: es un regalo para los amantes de la lectura, que quedarán prendados ante una novela tan creativa y escrita de una manera magistral, que va a transformar tu manera de leer en el futuro a la vez que te va a plantear cuestiones que se van a quedar rondando en tu cabeza.
Briseis tiene un don: con un solo toque puede hacer crecer las plantas a partir de minúsculas semillas hasta convertirlas en hermosas flores. Un extraño don, a veces, difícil de controlar.
Cuando su tía fallece y descubre que es la heredera de una descuidada finca en una zona rural al norte de Nueva York, cree que es la oportunidad para dar rienda suelta a ese don y descubrir su alcance. Pero su nuevo hogar resulta ser un tanto siniestro, y además viene con un misterioso manual de instrucciones, un jardín amurallado repleto de las más letales especies botánicas del mundo y generaciones de secretos.
Kalynn Bayron, la autora de Cenicienta ha muerto (2020), escribe esta bilogía de fantasía contemporánea con la que vuelve a ganarse el afecto tanto del público como de la crítica, habiendo sido nominada a numerosos premios literarios desde su publicación.
Hace un par de años tuve la oportunidad de leer la primera novela de la autora que fue publicada en español, llegando a sorprenderme para bien y dejándome con ganas de leer sus futuras historias, por lo que no pude resistirme a hacerme con una copia de Este corazón venenoso en cuanto tuve la ocasión (además, todo sea dicho, tiene una portada preciosa que te invita a adentrarte entre sus páginas sin siquiera saber de qué trata).
Ahora bien, la trama con la que me encontré en el libro (si bien es de lo más interesante y original que había leído en bastante tiempo) no consiguió atraparme en exceso. Sí que me provocaba ganas de seguir avanzando en la lectura y de descubrir sus misterios, ver qué camino va tomando su historia, pero no terminaba de engancharme por completo, puesto que tiene un ritmo de lo más pausado y no es hasta sus últimas páginas cuando empieza a haber realmente acción.
No hay duda, en cambio, de que toda la historia está hilvanada de una manera espléndida, sin dejar apenas ningún cabo suelto y dando como resultado una trama prácticamente redonda, si bien sí que hay un par de detalles que se terminan escapando y que pueden no cuadrar del todo con lo que se nos había estado contando hasta el momento al no haber mostrado una evolución del todo creíble a su respecto. Se nota también un arduo trabajo de documentación que hace que su lectura sea de lo más interesante.
Además, podemos encontrar en la novela más de un cliché y de elementos que terminan siendo bastante previsibles (aunque no entorpecen su lectura y es cierto que se disfruta de igual manera, pero no cumplen con su objetivo y no sorprenden al lector en ninguna ocasión).
Su final, en cambio, sí que está a la altura de la idea que se nos había planteado al inicio y, cuando alcanzas su último capítulo, te deja con unas ganas tremendas de saber cómo va a continuar la historia de Briseis. Es inevitable sentir que todo no ha hecho más que empezar y que Este corazón venenoso no era más que una simple presentación a lo que está por suceder. Estoy seguro de que Este destino cruel viene repleto de acción y que las cosas se van a poner de lo más interesantes.
Por otro lado, es de agradecer la representación en su historia de colectivos como el LGTB+ o la comunidad afroamericana, permitiendo que podamos disfrutar de una trama en la que se nos presenta de una manera tan natural. Sorprende que no haya más novelas en las que podamos leer sobre este tipo de personajes.
En definitiva, Este corazón venenoso tiene sus altibajos, sobre todo porque te deja con la sensación de que no estás viendo todo el potencial que podría llegar a tener su historia. No se puede negar, a pesar de todo, que vas a disfrutar bastante con su lectura en todo momento porque es de lo más creativa y te deja con ganas de más.
