29 octubre, 2021

Reseña: Joyland de Stephen King

Título: Joyland
Título original: Joyland
Autor: Stephen King
Saga: No / Autoconcluyente
Editorial: Penguin Random House
Número de páginas: 304
Fecha de publicación: 22 de mayo de 2014

Stephen King (Portland, Maine; 1947) se ha ganado el sobrenombre de «Maestro del Terror» a lo largo de sus 47 años de carrera como escritor. Con más de 60 novelas en el mercado, y un éxito rotundo desde sus inicios hasta hoy en día, muchas de ellas han sido adaptadas tanto a la gran como a la pequeña pantalla, siendo, de hecho, el autor vivo más prolífico.

Joyland (2013) es una de sus últimas novelas, que el autor ha decidido ambientar en un parque de atracciones. Estamos en 1973 y Devin Jones, de 21 años, es un estudiante de literatura inglesa que debe buscarse trabajos de verano para poder permitirse sus estudios. En esta ocasión, entrará a formar parte de la plantilla de Joyland, un pequeño parque de atracciones en la costa de Carolina del Norte. Sin embargo, muy pronto será conocedor del truculento asesinato que sucedió en la Casa Embrujada, donde se dice que el espíritu de Linda Gray todavía se deja ver de vez en cuando.

Estamos ante una novela bastante breve, de lectura rápida y que, con el suspense que rodea a su argumento, nos mantiene en un estado de tensión constante, esperando a que llegue el momento en que todo explote y sepamos la verdad sobre el asesinato de Linda Gray y sobre su fantasma.

Sin ninguna duda, uno de los puntos fuertes de la escritura de Stephen King se trata de la ambientación de sus historias. El trasfondo con el que se nos va introduciendo poco a poco la trama de Joyland le otorga a ésta de una viveza que traspasa sus páginas: nos permite conectar más con la historia, pues le da un realismo que pocas veces encontramos en la literatura de este tipo.
 
Por otro lado, Stephen King consigue que nos queramos meter dentro de la historia para poder vivirla en nuestras propias pieles, a pesar de los siniestros acontecimientos en los que nos podríamos ver envueltos. Terminamos con la sensación de que hemos sido nosotros los que hemos estado trabajando en el parque de atracciones y de lo mucho que nos hubiera gustado poder pasearnos por entre sus calles (y los recovecos que solo los empleados conocen), que resulta totalmente fascinante.

En cuanto a la narrativa de Stephen King, no se puede decir de ella más que es de una calidad exquisita, como pocas veces se puede encontrar, haciendo que el lector disfrute mucho más de su lectura. Así pues, no tenemos sólo una buena historia sino que está escrita de una manera brillante.

Por último, cabe decir que los personajes están muy bien trazados. El libro nos viene narrado por un Devin ya maduro con el que, en el momento de los hechos, nos podemos ver reflejado con él en muchas de las decisiones que toma o por su manera de actuar. Además, su grupo de amigos resulta de lo más interesante y su relación con Mike Ross resulta encantadora en todo momento.

En definitiva, una lectura totalmente adictiva que, además, está narrada de una manera excepcional y que cuenta con un escenario con encanto que conseguirá fascinar.

25 octubre, 2021

Crítica teatral: A Chorus Line

A Chorus Line, el famoso musical de Broadway, llega al Teatro Calderón de Madrid de la mano de Antonio Banderas después de haber pasado por otras ciudades españolas como Málaga, Bilbao y Barcelona. Un musical que lleva cosechando éxitos desde que se estrenó por primera vez en 1975 y que, en su producción española, ha sido galardonado en 4 categorías del Premio del Teatro Musical de 2020: Mejor Musical, Mejor Dirección de Escena, Mejor Coreografía y Mejor Actor Protagonista. 

Dirigido por Aurora Rosales, Manuel Bandera sustituye a Antonio Banderas (productor y codirector de la obra) para ponerse en la piel de Zach, un coreógrafo de Broadway que está preparando su próximo gran espectáculo y, para ello, está llevando a cabo el casting correspondiente para seleccionar a los afortunados que pasarán a formar parte de él: cuatro chicos y cuatro chicas de entre los diecisiete que están en la fase final (después de haber descartado a otros doce).

La obra, de unos 120 minutos, trata sobre la relación que tienen los personajes con la danza: qué fue lo que les llevó a ella, cuáles son sus miedos, sus deseos de prosperar dentro de un mundo en el que apenas hay espacio para todos los bailarines...; en definitiva, vamos a ir conociendo poco a poco sus historias personales, que nos permiten conocerlos y llegar a conectar con ellos. Hay también en ella, por otro lado, hueco para el humor, un humor sencillo pero con el que toda la sala estuvo saltando de la risa en sus asientos. Además, el espectáculo (a pesar de su duración de unas 2 horas) pasa volando ante los ojos del espectador que, cuando termina la función, se queda con ganas de ver más. 


En A Chorus Line la escenografía es mínima, pero no se echa en falta en ella ningún elemento, no sólo por el tipo de historia que nos está contando sino también por el gran trabajo que lleva a cabo el reparto tanto en las actuaciones como en los números musicales, que consiguen llenar todo el escenario de magia. Hay que destacar, además, que entre el equipo creativo de la obra ha estado presente Baayork Lee, quien participó en la producción original interpretando a Connie (personaje que, de hecho, está inspirado en ella). Así pues, es inevitable no pensar que estamos ante un espectáculo a la altura de lo que se puede ver en Broadway.

Las canciones de la obra, además, no serán desconocidas para los fanes del género musical (que, por otro lado, también han sonado en series de televisión tan famosas como Glee). No obstante, si crees que te pueden defraudar porque eres conocedor de las versiones originales, no te preocupes porque se trata de versiones que, incluso en su traducción (a excepción del último número, One, que es en inglés) están muy bien llevadas y cuentan con unas voces increíbles. 

Por último, hay que destacar el mensaje final de la obra ya que, si bien puede parecer que tiene una trama algo simple, no lo es en lo absoluto y trata un tema que seguro que es cercano a todos los espectadores: perseverar hasta cumplir tus sueños y hacer lo que realmente amas (con un espléndido número musical de Lo Hice por Amor).

21 octubre, 2021

Crítica de cine: Supernova (2020)

Título original:
 Supernova
Director: Harry MacQueen
Productor: Tristan Goligher, Emily Morgan
Guionista: Harry MacQueen
Reparto: Colin Firth, Stanley Tucci
Año: 2020
Duración: 93 min.

Supernova es la segunda película a la que se enfrenta Harry MacQueen en su papel como director y escritor, seis años después del estreno de la que fuera su ópera prima, Hinterland, en 2014. En ella, Colin Firth y Stanley Tucci se ponen en la piel de Sam y Tusker, respectivamente, un matrimonio que se ve afectado por el diagnóstico de demencia precoz que recibió éste último hace 2 años y que no hace más que empeorar, lo que pondrá a prueba el amor que se tienen el uno por el otro. Es entonces cuando deciden realizar un viaje por carretera para visitar a viejos amigos y familiares.

Harry MacQueen ha decidido narrarnos esta historia con un ritmo sosegado, que no por ello se hace tedioso sino que consigue crear una atmósfera de la que el espectador entra a formar parte y que no consigue sino sentir cierta aflicción por la situación que tienen que vivir los protagonistas y que no le abandona incluso después de que el filme llegue a su fin. Se trata, además, de una de esas películas que, una vez han terminado, no se van de tu mente por un largo periodo de tiempo y que nos invitan a reflexionar sobre todo de lo que hemos sido testigos.

Un punto muy a su favor, además, es la incorporación de ciertas escenas en las que el humor sarcástico de Tusker nos hacen soltar alguna que otra carcajada dentro de esa ambientación tan sobria que le rodea al personaje. Además, la película cuenta con una fotografía impecable, en la que cada imagen que podemos observar tiene su significado dentro de la trama de la película, haciéndonos ver así que está todo organizado de una manera muy pulcra, donde no hay ningún detalle que desentone.

Los dos protagonistas del filme no necesitan presentación: Colin Firth (que cuenta con un Óscar como Mejor Actor por El Discurso del Rey) y Stanley Tucci (nominado al Óscar como mejor actor por The Lovely Bones) están soberbios desde el minuto uno hasta el final. Se trata de dos actores que brillan con luz propia a través de la pantalla gracias a unas actuaciones intachables, acercándonos así a unos personajes con los que es imposible no conectar.

En definitiva, Supernova es una película que consigue mantenerte con el corazón en un puño desde sus primeras escenas hasta mucho después de que haya terminado, que nos dejará huella, además de contar con unas actuaciones sobresalientes.