Antonio Díaz, más conocido como El Mago Pop, regresa a Madrid con Nada es Imposible (Broadway Edition), que hará una parada en el Nuevo Teatro Apolo antes de continuar hacia Barcelona para, más tarde, embarcarse en un tour internacional. El espectáculo –con el que, según el propio Antonio Díaz, «siempre ha soñado»– viene dispuesto a continuar cosechando tantos éxitos como le pudieron aportar sus predecesores, consiguiendo hasta el momento sold out en todas las funciones desde su estreno el pasado 7 de octubre.
Nada es Imposible (Broadway Edition) es mucho más que un montón de trucos de magia sin ningún orden y sentido: se nos cuenta una historia a través de una serie de vídeos de lo más breve y que se podría decir que son el hilo conductor del show del Mago Pop y de esos trucos de magia. Se trata de la historia de un joven Antonio Díaz que tenía el sueño de ser un gran mago y se prometió a sí mismo que no descansaría hasta conseguirlo.
Los espectáculos de magia no siempre terminan de convencer a todos, puesto que en muchas ocasiones creemos que ya está todo visto y que nada va a conseguir sorprendernos (y menos aún cuando hoy en día todo está a tan sólo unos clicks de distancia para poder descubrir el misterio que hay detrás de todos los trucos habidos y por haber). No obstante, hay que dejar esos prejuicios antes de salir de casa cuando uno acude a ver al Mago Pop con Nada es Imposible, ya que toda la selección de trucos de magia que vamos a ver ante nuestros ojos son de tal variedad y tan audaz que el espectador no consigue salir del asombro desde el minuto 1 hasta el final.
Por otro lado, no hay manera de descubrir dónde está el truco en toda la magia de la que vamos a ser testigos, llegando a interrogarse uno a sí mismo hasta la saciedad cómo es posible que estemos presenciando antes nuestros propios ojos algo que jamás se nos hubiera ocurrido que fuera posible.
Además, la puesta en escena llevada a cabo durante toda la performance de Antonio Díaz y sus ayudantes no se puede definir de otra manera que asombrosa, ya que acompaña a los trucos de magia de tal forma que se consigue que sea todo un espectáculo visual también para los afortunados que deciden acudir a verlo. El despliegue de medios, pues, que hay detrás del show es espectacular.
Ahora bien, si hay algo que puede no terminar de convencer al espectador de El Mago Pop: Nada es Imposible es su duración, puesto que ronda en torno a los 75 minutos y se puede hacer algo breve (y más aún si tenemos en cuenta que, quitando toda la parafernalia que rodea a los trucos de magia, éstos al final no son tantos).
De cualquier manera, una vez que llega a su fin, es inevitable que el público termine en pie en una ovación conjunta para todos aquellos que hacen posible un show que, sin ninguna duda, está a la altura de los más grandes del mundo.
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