02 noviembre, 2024

Reseña: Todos somos villanos de M. L. Rio

Título:
 Todos somos villanos
Título original: If We Were Villains
Autor: M. L. Rio
Saga: Autoconclusivo
Editorial: Umbriel
Número de páginas: 352 págs.
Fecha de publicación: 21 de marzo de 2023

El día que Oliver Marks cumple su condena, el hombre que lo metió en la cárcel está esperándolo a la salida. El detective Colborne quiere saber la verdad y, después de diez años, Oliver finalmente está listo para contársela. Una década atrás: Oliver es uno de los siete actores shakespearianos en el Conservatorio Clásico Dellecher, un lugar regido por la cruda ambición y la competencia feroz. En este mundo apartado, de chimeneas encendidas y libros con encuadernación de cuero, Oliver y sus amigos interpretan los mismos papeles arriba y abajo del escenario: el héroe, el villano, el tirano, la seductora, la ingenua y los extras. Pero en su cuarto y último año de conservatorio, las rivalidades amistosas se vuelven desagradables, y en la noche del estreno, la violencia real invade el mundo de fantasía de los estudiantes. Por la mañana, los chicos de cuarto año deben enfrentarse a su propia tragedia y a su desafío interpretativo más difícil: convencerse unos a otros y a la policía de que son inocentes.

M. L. Rio tuvo su debut literario en 2017 con la novela Todos somos villanos, a la que desafortunadamente no le fue demasiado bien al principio, pero que consiguió un éxito rotundo unos años después de su publicación e inspiró muchas otras dentro del género que se acunó como Dark Academia y que tan presente está hoy en día. En 2024 salió a la luz La noche de los insomnes, su primera novela corta, y en septiembre de 2025 llegará a las librerías su siguiente trabajo, Hot Wax (todavía sin título en español). 

Todos somos villanos te mantiene en tensión y te atrapa de manera increíble gracias a una atmósfera opresora y oscura tan bien lograda que se te mete por debajo de la piel. Es de estos libros que te ahogan en varias de sus escenas porque consiguen transmitir lo que están viviendo sus personajes de un modo tan veraz y cercana que sientes como si necesitaras tomarte un respiro de lo que estás leyendo, pero que a la vez no puedes parar de leer y necesitas avanzar hasta llegar a su final. 

Es más, cuenta con un ritmo ágil y vertiginoso de principio a fin que no hace sino incrementar esta sensación. Por la cabeza de los lectores se van a pasar todo tipo de teorías sobre lo que podría estar ocurriendo y, aún así, consigue sorprenderlos con todos los giros argumentales que se van a ir encontrando. El final, por su lado, te deja sin palabras.

Además, la brillantez de su texto, escrito con una pulcritud y una belleza impresionantes y con una propuesta de lo más original, incluyendo fragmentos que se acercan al género teatral dentro de lo que es claramente una novela. Así, M. L. Rio ha integrado a la perfección todos aquellos pasajes que se apoyan en el teatro con una maestría sobresaliente. 

Ahora bien, otro de los claros puntos fuertes de la novela son, sin ninguna duda, sus personajes, que destacan por su complejidad. Se trata de protagonistas bastante ambiguos, a los que absorben los papeles de las obras de Shakespeare a los que van a interpretar y en los que es difícil discernir dónde empiezan y dónde terminan ellos mismos, el yo real frente al rol en el que se han visto encasillados. Construidos con una habilidad excepcional, se trata de una obra coral en la que todos ellos tienen sus luces y sus sombras y con los que es posible conectar con una facilidad sorprendente. Los amas y los odias a partes iguales, pero es ahí precisamente donde entra la magia de la historia.

No es posible escribir sobre Todos somos villanos sin mencionar lo que es un bellísimo homenaje a Shakespeare, al teatro, a las letras y al arte en general. Es obvio que M. L. Rio lo ha vivido desde dentro y todo el proceso de documentación que ha llevado a cabo para traernos una visión de lo más realista de todo a lo que se enfrentan los actores o los estudiantes de teatro, con todos sus claroscuros. 

En definitiva, no hay duda de que M. L. Rio ha escrito una de las mejores novelas de los últimos años. Seguramente se podrían decir muchas más cosas sobre ella, pero como dice Oliver al final de la historia: «Para alguien como yo, que adoraba tanto las palabras, era increíble lo a menudo que estas me abandonaban». Simplemente fascinante. 

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