20 marzo, 2022

Crítica teatral: No morderás

Texto:
Jonathan Espino
Dirección: Víctor Páez
Ayudante de dirección: Iosu Martínez
Producción: Opción Teatral Producciones
Reparto: Jaime Riba | Víctor Quesada | Fran Jiménez

El director español Víctor Páez lleva al escenario No morderás, la comedia con la que el autor Jonathan Espino se inicia en el teatro. La obra se puede disfrutar los sábados a las 22:45 en los Teatros Luchana desde el pasado 12 de febrero. 

Felipe y Raúl están a punto de cumplir tres años juntos y, aprovechando que están de viaje, se atreven a hacer algo que llevan tiempo queriendo probar: usan una aplicación de citas para hacer un trío en la habitación del hotel donde se están quedando, donde encuentran al chico ideal. Sin embargo, todo se termina torciendo y los tres quedan encerrados en la habitación mientras la situación termina por desbordarles hasta límites insospechados.

Hace tan sólo una semana que descubrí No morderás gracias al tráiler, que me apareció por redes sociales y que me dejó con muchísimas ganas de ver la obra, si bien he de admitir que también me daba cierto reparo porque no sabía si no terminaría siendo un tanto extraña, pero en cuanto pude acercarme al teatro a verla no me lo pensé dos veces.

No morderás es una obra desternillante desde sus primeros minutos, capturando al público ante la frescura de un humor tan mordaz y con unos diálogos tan ingeniosos que no permiten que la función decaiga en ninguna de sus escenas, consiguiendo así un ritmo bastante vivo. El texto del debutante Jonathan Espino me ha sorprendido por su agilidad y por la manera en que logra conectar con los espectadores

Además, juega con referencias a la cultura popular que hacen que la sala de teatro al completo no pueda parar de reír, al encontrar en ellas unos ejemplos tan cercanos de nuestra cotidianidad y de aquellas cosas que, de una manera u otra, han pasado a formar parte de nuestro día a día, haciendo así que el humor cale aún más entre todo aquel que se decida a acudir a los Teatros Luchana a ver la representación.

Jaime Riba (Felipe) se ha hecho con su personaje de una manera espectacular, haciendo que, en la mayoría de las ocasiones, el peso de la obra recaiga sobre sus hombros (lo que viene dado no sólo por una interpretación tan fresca y espontánea, sino también por el papel que le ha tocado representar). Ahora bien, Víctor Quesada (Raúl) y Fran Jímenez (Iñaki) cierran este triplete de protagonistas de una manera igual de efectiva, demostrando unas actuaciones también admirables.

Uno de los aspectos que más me ha gustado de la obra ha sido el repertorio musical que acompaña a la historia de la que vamos a ser testigos, escuchando temas que no van a ser desconocidos para nadie y que han sido escogidas de una forma impecable para cada una de las escenas, en las que van a ayudar a conducir la trama a buen puerto.

El giro argumental es bastante previsible una vez has visto el tráiler o leído su sinopsis (aunque intuyo que era esa la intención), y era de hecho esa la principal razón por la que tuve mis dudas sobre la pieza teatral: no terminaba de imaginármelo dentro del tipo de obra que es No morderás. Ahora bien (y aunque es algo que nos repetimos hasta la saciedad pero que no siempre nos entra en la cabeza), los prejuicios no son más que eso y en muchas ocasiones hay que dejarse llevar, y este ha sido un claro ejemplo más de ello. El giro narrativo está muy bien llevado y se hace de una manera de lo más natural, impidiéndote que te imagines la obra de otra manera a la que se nos presenta. 

Además, entre tanto diálogo hilarante nos vamos a enfrentar a la verdad, que se enconde entre las palabras que escuchamos en la obra y que en ocasiones no resulta tan obvio pero que, sobre todo con su final, te deja dando vueltas a la cabeza y te invita a reflexionar.

Una obra de teatro en la que las carcajadas están aseguradas. Aproximadamente 80 minutos en los que desconectar de la realidad de una manera divertidísima y entretenida y con una propuesta de lo más interesante.

1 comentario:

  1. Cada vez que leo una de estas críticas me da rabia no vivir en Madrid para poder acceder a tal variedad de espectáculos. Pero, ¿qué se le va a hacer? Me la apunto por si la traen por aquí.
    Besos.

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