06 marzo, 2017

Reseña: Rojo y oro, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Título: Rojo y Oro
Autor: Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Editorial: Alfaguara
Número de páginas: 446
Año de publicación: 2017
Precio: 16,95€ (papel) / 7,99€ (ebook) / 7,59€ (Kindle)
Comprar: Amazon / Fnac / Casa del libro 
Escuchad, mortales,
la historia de un dios que no quería vivir,
de una amazona obligada a matar
y de su libertad para siempre robada.
Aguardad y temed el despertar del caos:
cuando Eris abra los ojos,
la venganza al fin llegará.

Orión está cansado de ser el esclavo de Hera desde que su madre, la diosa del Caos, fue condenada por su ambición. Hera le ha tratado siempre más como un criado que como el dios que es. Y quiere que eso acabe.

Asteria está cansada de luchar. Desde que el pueblo de las amazonas fue arrasado hace años, ella y sus hermanas viven esclavizadas y obligadas a servir al Emperador de Élada como gladiadoras. Y quiere que eso acabe.

El mundo de Orión es dorado como solo puede serlo la grandeza de los dioses; el mundo de Asteria es rojo como solo puede serlo la sangre que derrama cada día.

Ambos buscan venganza hacia quienes los encadenaron en esos mundos.

Ambos buscan libertad, y harán lo que sea necesario para conseguirla.
Vuelven Iria G. Parente y Selene M. Pascual con Rojo y oro, una novela cuya trama gira en torno a la mitología griega que no te dejaré indiferente.

La trama de Rojo y oro es entretenida y me atrapó desde un primer momento, pero se podría decir que es demasiado simple y no aporta la profundidad que me hubiera gustado a la historia. La forma de presentar la sociedad del Mundo Superior es muy interesante (nunca me lo había planteado de este modo y se hace muy realista), pero ahí está el fallo que comentaba: está trazada con líneas muy generales y no ahonda en ella ni en cómo se fragua esa rebelión que está preparando Orión para cambiar el mundo de los dioses de una vez. 


Aun así, te mantiene en tensión a lo largo de la mayor parte de la historia, lo que te invita a no parar de leer, aunque tiene algún que otro capítulo que se hace más lento de lo normal y en el que cuesta seguir el hilo porque se vuelve pesado pero son tan pocos que pasan desapercibidos. 

La historia está narrada mediante tres narradores: se alternan los capítulos narrados por Orión y por Asteria respectivamente y, de vez en cuando, se ven interrumpidos estos capítulos por otros en los que se aporta más información de la historia "desde fuera" de los personajes (en tercera persona). Cabría resaltar estos últimos, puesto que recuerdan al canto del coro de las antiguas tragedias griegas y están muy bien conseguidos en cuanto al tono que se utiliza en ellos. 

No creo que hubiera un final mejor para Orión y Asteria: es el final que se merecían. A pesar de ello, sigue siendo un final de lo más simple y no ha logrado llegarme como debería, sino que me ha dejado con bastante indiferencia. 
Los dioses, al fin y al cabo, son criaturas egoístas que solo saben de bondad cuando esta les dispensa honor y gloria.
Como ya ocurriera en Sueños de piedra, en esta realidad tan fantástica se nos introduce una crítica de algunos aspectos de la sociedad -de los que sobresale el machismo- de una manera que encaja perfectamente en la ambientación de la historia, por lo que sería imposible separarlos. Sí que hay que mencionar, en cambio, que hay algunos párrafos en los que la crítica es tan obvia que parece metida con calzador y te despista respecto a la historia que se está narrando.

Si hay algo que me gusta de Iria y Selene es que tienen un estilo y una prosa impecables, a los que no se les puede poner ningún pero. Las metáforas que utilizan para relacionar conceptos son de lo más adecuadas y sus diálogos son muy inteligentes.

A destacar de este aspecto es el uso del femenino genérico por parte de las amazonas, pues es un detalle con mucho sentido pero en el que no se suele caer, lo que refleja todo el trabajo que ha sido llevado a cabo por parte de las autoras para conseguir una buena historia.

En cuanto a los personajes, están todos perfectamente trazados: son personajes redondos en los que podemos encontrar una serie de virtudes, pero también de defectos. De los protagonistas, Asteria es el personaje más interesante, ya que Orión llega a hacerse pesado.

Por último, habría que comentar las ilustraciones que acompañan a la narración, que son totalmente preciosas, por lo que me encantaba pasar de página y encontrarme ante una de ellas.

En definitiva, Rojo y oro es una novela que, a pesar de tener sus más y sus menos, va más allá de la típica novela de fantasía, pues se esconde en ella un mensaje muy necesario e importante.
3/5

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