Reseña: Recuerda aquella vez, de Adam Silvera

Título: Recuerda aquella vez

Título original: More Happy Than Not
Autor: Adam Silvera

Editorial: Puck

Número de páginas: 352
Año de publicación: 2017
Precio: 16,00€ (papel) / 5,99€ (ebook)
Comprar: Amazon / Fnac / Casa del libro
Ficha: Ediciones Urano

El Bronx, Nueva York, en un futuro no muy lejano... Aaron Soto, de dieciséis años, lucha por encontrar la felicidad a pesar de las cicatrices que arrastra, tanto físicas como emocionales: el suicidio de su padre, su propio intento fallido de abandonar este mundo, una vida de necesidades y, para colmo, la inquietante atracción que siente por Thomas, su nuevo y ambiguo amigo. Con lo fácil sería su vida si pudiera olvidar que le gusta un chico, recuperar la relación con su novia, Genevieve, y retomar la amistad con sus colegas de siempre como si nada hubiera pasado...

Un anuncio del instituto Leteo, que ofrece la posibilidad de erradicar los recuerdos difíciles con un tratamiento revolucionario, parece ser la respuesta a todos sus problemas. Aaaron está dispuesto a cambiar a cualquier precio, aunque eso signifique olvidar quién es en realidad.

Recuerda aquella vez es la ópera prima del escritor norteamericano Adam Silvera, con la que ha conseguido el elogio de la crítica, además de numerosos premios literarios. Es incuestionable que ha sido una de las novedades editoriales más esperadas y que ha generado más expectativas del mes de mayo.

Mientras juega a la Caza del Hombre junto a sus amigos de toda la vida, Aaron Soto conoce a Thomas, con el que siente una conexión instantánea y de lo más especial. Se hacen, desde ese momento, inseparables, hasta que Aaron se da cuenta de que esa conexión puede que llegue a más de lo que se atrevería a admitir... Además, lleva tras de sí un pasado un tanto difícil del que quiere olvidarse a toda costa, por lo que la presencia del instituto Leteo, que asegura eliminar los recuerdos más duros, supondrá un gran dilema en su vida. 

A pesar de presentarse como una novela con un toque futurista mediante la inclusión del instituto Leteo, Recuerda aquella vez no se centra apenas en ese aspecto, por lo que la trama se hace más realista de lo que podría parecer. Ahora bien, si es de agradecer que se trate de una historia que se pueda sentir cercana, se echa en falta que se preste más atención al tema de la supresión de los recuerdos porque es una idea con bastante potencial y que podría haber dado mucho más de sí.

Habría que señalar, respecto a esta cuestión, que el lector no consigue conectar en ningún momento con los sucesos ni con el personaje protagonista. El argumento es de lo más interesante y atrayente, pero cuesta entrar de lleno en la trama y no es hasta pasado más de un tercio del libro cuando empieza atrapar. 

Los temas que trata, aunque mostrados de una manera demasiado superficial, transmiten un gran mensaje sin llegar a ser lo que se podría denominar propagandístico y sirven para dar visibilidad y normalidad a un aspecto totalmente necesario. Además, el autor trata algunos asuntos, como el sexo, casi como si fueran tabú y no pudieran tratarse sin pelos en la lengua. Sí que aparece alguna que otra breve mención a ellos, si bien de una manera bastante insustancial.

A pesar de todo, hacia algo más de la mitad, el autor sorprende con un giro argumental que deja boquiabierto y que es de lo mejor que se puede encontrar en la obra por la gran evolución que muestra desde entonces. 

El punto débil que más sobresale es su prosa: es un estilo original para el tipo de novela que es, pese a que resulta caótico y difícil de seguir, sobre todo en su primera parte, y es la razón principal por la que no existe ningún tipo de conexión ni de empatía durante su lectura.

Me viene a la mente un dibujo de cómo sería nuestra casa si pudiéramos pegarle fuego: ventanas combadas, paredes cóncavas, lenguas de fuego que consumen todo cuanto no queremos, y luego los tres dejando nuestras huellas en las cenizas al tiempo que los recuerdos se funden y se dispersan a nuestro alrededor. Con la salvedad de que nunca voy a dibujarme a mí mismo rodeado de humo negro, pues tampoco estoy preparado para ver cómo todo arde y desaparece.

Los personajes que ha creado Adam Silvera están también, en su mayoría, desarrollados con muy poca profundidad y, en ocasiones, cuesta entender las razones de sus acciones. Sí que está mejor trazado el protagonista, Aaron Soto. Sin embargo, se echa de menos esa profundidad que deberían de tener todos los personajes y en especial aquel que lleva el peso de la trama, pues en muy pocas ocasiones logra transmitir las dudas que dice sentir aunque a veces sí que se vean en sus hechos. Es, por lo tanto, el gran fallo de Recuerda aquella vez junto al de la prosa, pues ambos son los que no permiten adentrarse en la historia ni en los personajes. Es de apreciar, aun así, que haya personajes con una gran fuerza dentro de la novela como la madre de Aaron, Thomas y Genevieve por la manera en que actúan en relación a determinados temas.

En resumen, estamos ante una obra entretenida y que transmite un mensaje de vital importancia pero con la que es muy difícil sentirse identificado. Una historia que podría haber dado mucho más de sí.