17 febrero, 2022

Crítica teatral: Manual básico de lengua de signos para romper corazones

 
Texto: Roberto Pérez Toledo
Dirección: Roberto Pérez Toledo
Ayudante de dirección: David Blanco
Reparto: Aarón Caldas | Carlos Soroa | Enrique Cervantes | María José López
Escenografía: Alessio Meloni
Ayudante de escenografía: Elliot Kane Cubells
Vestuario: Alessio Meloni
Iluminación: Rodrigo Ortega
Música: Alejandro Ventura
Vídeo: Edgar Córcoles
Producción: Centro Dramático Nacional

Manual básico de lengua de signos para romper corazones es la primera obra de teatro de Roberto Pérez Toledo (1978-2022), que se estrenó el pasado 19 de enero en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero de Madrid y que estaba prevista para terminar sus funciones el día 13 de febrero. Sin embargo, tras la muerte del autor y director el 31 de enero, y en forma de homenaje, se decidió prorrogar durante una semana más.

La historia que nos vamos a encontrar en la obra es una secuela del cortometraje Sí a todo, también de Roberto Pérez Toledo, en el que éramos testigos de cómo se conocen los protagonistas, Jaime y Lucho, en un centro comercial. Jaime se queda prendado de Lucho desde el primer momento y está dispuesto a hacer que todo salga bien con él, incluso cuando este último es sordo y parece que la comunicación entre ambos no va a ser fácil.

Tenía muchas ganas de poder ver Manual básico de legua de signos para romper corazones desde el momento que me enteré de que se iba a estrenar, pero desafortunadamente las entradas volaron y me quedé sin conseguir ninguna, por lo que (cuando me enteré de que se alargaría durante unos días más) me hice con ellas. Ya había visto algún cortometraje que otro de Roberto Pérez Toledo con anterioridad, por lo que estaba deseando que llegara el día de la función y descubrir si me gustaba tanto como sus trabajos con la cámara.

Uno de los elementos que más me han gustado de la pieza es, sin ninguna duda, su texto, en el que se intercalan los diálogos en lengua de signos con aquellos en lengua oral de una manera muy ágil, formándose así una unión espectacular como no la había visto hasta ahora. Además, se trata de un texto precioso, en el que vamos a escuchar varias frases y reflexiones de esas que resuenan en tu cabeza incluso después de terminar la función y que es difícil expulsarlas de ahí.

Por otro lado, la transición del humor al drama en el espectáculo se hace de una manera brillante. Podemos hablar de ella como una comedia romántica, en la que al espectador le sobreviene la risa constantemente al sentirse cercano ante lo que es testigo. Ahora bien, la obra te sobrecoge de una manera inimaginable en aquellos momentos en los que el drama va ganando terreno, logrando una unión impecable. 

La obra cuenta con un elenco que te deja sin palabras por el talento tan inmenso que demuestran cada vez que aparecen en escena, comiéndose el escenario y sin llegar a opacarse en ningún momento, consiguiendo que te quedes embelesado por completo. Tanto Carlos Soroa como Enrique Cervantes hacen un papel espléndido como Lucho y Jaime durante la hora y media que dura la función, destacando además por la gran química que desprenden. A ellos los acompañan, además, Aarón Caldas y María José López, que de igual manera se meten en la piel de sus personajes a la perfección.

En cuanto a la escenografía, podríamos definirla como simple, pero funciona de una manera brillante dentro de la pieza, aunque utiliza recursos tanto visuales como sonoros que hacen que su experiencia se disfrute en mayor medida. De hecho, uno de los aspectos que más me han gustado de la misma es el hecho de que sea accesible para personas con discapacidad auditiva en todas sus funciones. Ahora bien, si hay algo que no termina de funcionar dentro de esos recursos visuales es el hecho de que, llegando al final de la obra (y, en función del asiento que hayas conseguido), puedes llegar a perderte unos mensajes de texto que aparecen casi al final del espectáculo reflejados en una pantalla (en mi caso, había algunos mensajes que llegué a perderme por completo, con lo que me quedé con la duda de qué dirían, incluso estando en la primera fila).

Estamos ante una historia que habla de nuestros miedos, de nuestro propio crecimiento personal y de encontrarnos a nosotros mismos y aceptarnos tal cual somos que, como bien dice el propio título de la obra, es capaz de romperte el corazón, pero también de sanarlo. ¡Una obra que debería ver todo el mundo!
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2 comentarios:

  1. Vaya, no tenía ni idea de la existencia de esta obra de teatro que además tiene tan buena pinta *-* Aunque, sinceramente, si lo hubiera sabido tampoco hubiera podido ir a verla porque vivo bastante lejos de Madrid. Ojalá hagan más fechas o realizan alguna versión cinematográfica y que esta historia no se quede ahí. Si lo hacen, yo sin duda haría lo que fuera para verla, porque el lenguaje de signos no es que suela utilizar mucho en el teatro. Y, por supuesto, ojalá mejoren esos recursos visuales para que los pueda disfrutar todo el público. ¡Gracias por descubrírmela! :P
    ¡Nos leemos!

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  2. Voy a ver si la puedo conseguir impresa, porque vivo lejos de Madrid y no sé si vendrá a mi ciudad. La verdad es que me encanta, soy actriz de teatro desde hace años y he hecho algunos cursos de lengua de signos, así que estoy segura de que me va a encantar.
    Besos y gracias por la reseña.

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