Reseña: Heredero (La Segunda Revolución 1) de Costa Alcalá

Título: Heredero
Autor: Costa Alcalá
Saga: La Segunda Revolución

          1. Heredero
          2. Ellos y nosotros
          3. Libres, iguales, justos

Editorial: Montena
Número de páginas: 480
Fecha de publicación: 4 de mayo de 2017
Precio: 17,95€ (físico) / 7,99€ (ebook)
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Costa Alcalá es el seudónimo bajo el que escriben a cuatro manos los autores españoles Geòrgia Costa y Fer Alcalá, que han desarrollado una trilogía que se ha llevado las alabanzas de todo aquel que se ha metido entre sus páginas. Heredero es la primera parte, una introducción a la historia que se alzó con el IX Premio El Templo de las Mil Puertas a la mejor novela nacional perteneciente a saga.

Han pasado 20 años desde que la dinastía de los Indrasil fue derrocada en una revolución con la que las demás familias consiguieron los mismos derechos de los que disponían solo unos pocos hasta ese momento. Sin embargo, el Liceo de la Guardia de Blyd se ve rodeado de una serie de acontecimientos que parecen querer llevar al restablecimiento del orden anterior y que ponen en peligro todo lo conseguido por el resto de las familias. 

Heredero es una obra cuyo tema pueda no resaltar por su originalidad y por estar un tanto trillado ya en tantas otras novelas, pero se trata de una propuesta de lo más interesante y que se nos manifiesta desde una perspectiva que seduce al lector en todo momento. La manera en que se nos expone la historia te absorbe tanto que resulta imposible detener su lectura y hace que te olvides del mundo exterior por completo. Sin embargo, la atención por lo que se nos está narrando es variable, llegando a haber capítulos en los que lo único que deseas es pasar al siguiente para ver si la cosa mejora (y, de hecho, en su gran mayoría lo logra).

Es cierto que gran parte de lo que iban a ser giros argumentales son bastante predecibles porque los autores nos van dejando caer algún que otro trazo que, si lo sabes leer con perspectiva, te indica por qué camino va a seguir la trama. Ahora bien, Heredero destaca también por un final que te abre el apetito y que te deja con ganas de saber cómo continúa la historia. 

Equilibrio no significa estar inmóvil, sino adaptarse al cambio, como las estaciones que se suceden, cada una conteniendo siempre el germen de la siguiente.

Los personajes se mueven por un mundo muy bien desarrollado, en el que ni faltan ni sobran detalles que hacen una mayor delicia de su lectura a pesar de tratarse de rasgos nimios por lo curioso de su carácter. Consiguen, así, un escenario de lo más coherente dentro de la historia en que se sitúa y de los sucesos que lo rodea. Por otro lado, no solo se dan a conocer aspectos sobre Blyd, la ciudad en la que transcurre toda la novela, sino que también se nos ofrece información sobre otras localidades como Urnabaun y las islas Koru, por las que no puedes sino sentir una inmensa atracción y de las que te gustaría poder saber algo más por lo interesantes que son.

Por su parte, también podemos encontrar en la novela una prosa excelente, que brilla sobre todo por la manera en que los autores han sabido sacar provecho a la narración a pesar de tratarse de una tercera persona en todo momento. La gran variedad de estilos que se nos presenta en la obra para cada uno de los personajes es, sin duda, uno de los puntos fuertes y de los más jugosos de la primera parte de La Segunda Revolución, pudiéndose identificar claramente cada estilo con cada personaje en los momentos en que la trama se centra en ellos.

La peculiaridad de sus personajes te encandila en todo momento, siendo individuos que se salen del estereotipo y que presentan una evolución constante. No obstante, hay algunos de ellos en los que se repite el mismo esquema, el mismo conflicto interno (como sucede con Kózel y Lórim) y es esto algo que puede llegar a empacharte pese a que muestren sus diferencias y cada historia tenga todo su sentido por sí sola.

En definitiva, Heredero se podría plantear más bien como una introducción a la historia que se nos pretende contar en la que no faltan rasgos que hacen de ella una novela única.