03 octubre, 2017

Reseña: Todo, todo de Nicola Yoon

Título: Todo, todo
Título original: Everything, everything
Autor: Nicola Yoon
Editorial: SM
Número de páginas: 317
Año de publicación: 2015
Precio: 14,50€ (tapa blanda)
Comprar: Casa del libro / Fnac Amazon 
Ficha: Alfaguara 

Todo, todo es la primera novela de la jamaicana-norteamericana Nicola Yoon, con la que ha conseguido cosechar gran éxito tanto de ventas como de críticas (en Goodreads, con más de 160 mil votaciones, cuenta con un 4,1 de nota media).

Madeline Whittier padece SCID (inmunodeficiencia combinada severa), por lo que no puede salir de casa debido al riesgo que corre de enfermar de muerte, aunque tampoco ha sentido la necesidad hasta ahora. Cuando Olly se muda a la casa de al lado, la vida de Maddy se va a ver trastocada de arriba abajo hasta el punto de desear tener lo que no puede.

El primer pensamiento que todo lector tiene de la trama de Todo, todo es que no es original en ningún sentido. En primer lugar, en los últimos años son muchas las obras que se han publicado cuyos protagonistas presentan una enfermedad que podría ser mortal. Además, se pueden leer otras cuantas en las que tiene lugar una historia entre la chica con su nuevo vecino de al lado. Es una historia, en fin, que no sorprende en este sentido al tratarse de una suma de ambos clichés, aunque eso no quiere decir que esté mal desarrollada.

A pesar de ello, la autora ha sabido entretejerlos de una forma excepcional que hace de ellos un tapiz de lo más interesante: consigue que te metas en la piel de la protagonista y que vivas con plenitud todos y cada uno de los sentimientos que tiene. De este modo, engancha desde su primera palabra, pero sobre todo en sus capítulos finales. 

Llega una página en la novela en la que parece que Nicola Yoon va a echarlo todo por la borda y sientes cómo se desinfla todo lo que has estado leyendo poco a poco hasta que, unas páginas después, encuentras su explicación lógica y lo entiendes todo, por lo que el lector se recupera del susto y el estándar vuelve al mismo nivel en que se encontraba antes o incluso más alto.


Lo más destacable del libro es, sin lugar a dudas, el mensaje tan importantísimo que transmite, que consigue llegarte a lo más profundo, así como cambiar tu forma de ver el mundo de una manera muy diferente a la que estás acostumbrado: te abre los ojos.

La vida es un regalo; no te olvides de vivirla.

La pluma de la autora es correcta en todo momento: su estilo es perfectamente identificable al de una chica de 18 años y, sobre todo, a Maddy por su forma de ser. Además, hay montones de ilustraciones que agilizan la lectura a la par de ser encantadoras. Los personajes están bien logrados y, en su mayoría, tienen sus recovecos, aparte de sorprender, evolucionar e ir descubriéndolos poco a poco. Quizá el más estereotipado es Olly, pero de igual manera consigue hacerse con un hueco en tu corazón.

Todo, todo es, en conclusión, una lectura que te hará ver al mundo de una manera diferente a pesar de  su primera apariencia de estar repleta de clichés.